El Colegio pide respeto para los inmuebles y vecinos durante el Carnaval

El Colegio pide respeto para los inmuebles y vecinos durante el Carnaval

Se acercan los Carnavales, días de disfraces y encuentros en la calle, de mucha diversión, música, baile y ambiente fiesta de día y/o de noche. Pero también serán días de muchas aglomeraciones, excesos y sus pequeñas “urgencias” en cuanto a encontrar un baño público, dónde dejar esta botella o el vaso, o “devolver” la copa de más o el bocadillo que no nos sentó bien.

A partir de ciertas horas, con la desinhibición propia de la fiesta, los aseos restringidos en los locales y los urinarios en la calle atestados o poco atractivos por sus condiciones higiénicas, todos sabemos que la calle se convierte en un gran urinario público para emergencias de grandes y pequeños. Y de ahí a usar cualquier pared o rincón, la rampa que da a un garaje de un edificio, los jardines de una comunidad o el propio interior del portal, si alguien se descuidó en dejarlo abierto.

Tras el anuncio reciente de multas de hasta 750 euros por orinar en la vía pública, tal y como recoge la nueva ordenanza municipal, es fácil pensar que probablemente empeore la situación de otros años para edificios y portales.

Los administradores de fincas sabemos lo que sufren algunas comunidades durante el Carnaval por estos actos incívicos. Unos daños que van desde lo “emocional” de lo que tienen que ver y aguantar algunas veces los vecinos, hasta el coste añadido para las arcas de la comunidad.

Hace unos años, ya desde el Colegio advertíamos del coste, de no menos de 2.000 euros, por defender los edificios del embate carnavalero, y por otros costes derivados de limpieza, daños en la comunidad, etc. Lo que no debe entenderse como consustancial al disfrute del Carnaval.

Así que, en los albores de la fiesta, pedimos a quienes disfruten del Carnaval en nuestras calles respeto a los inmuebles, a los vecinos y a toda la ciudadanía, en general, de la capital.

Pasarlo bien es el objetivo y el espíritu del Carnaval, pero debemos hacerlo atendiendo a unas mínimas normas de educación y de civismo, las mismas que nos exigimos unos a otros el resto del año. Y este respeto comprende desde nuestra propia casa, evitando molestias a nuestros vecinos por las típicas reuniones de amigos por el Carnaval, hasta cuando regresamos de la fiesta y lo hacemos sin llamar la atención de quienes descansan.

Este respeto lo hacemos extensivo a una petición muy seria de alerta ante conductas machistas y agresiones sexuales, que también, desgraciadamente, a veces tienen lugar en los portales de edificios o aprovechando algunos rincones de los inmuebles.

Reiteramos desde el colectivo de administradores de fincas colegiados nuestro apoyo a que las mujeres puedan disfrutar de un Carnaval libre de violencias machistas, y nuestro compromiso de denunciar las situaciones de las que tengamos conocimiento en el entorno de nuestros edificios y comunidades.

En general, pedimos a los vecinos y vecinas de esta capital que vigilen quiénes acceden a sus inmuebles, sin ser residentes habituales; y que tomen medidas para impedir el acceso a personas extrañas al edificio manteniendo el portal cerrado (no con llave). También deberán adoptar las medidas habituales para prevenir daños materiales en muros y puertas de acceso al edificio con los medios oportunos y más sofisticados.

Creemos que, pese a que orinar en las calles es una prohibición que todo el mundo conoce, el Ayuntamiento debería intensificar una campaña de cara al Carnaval para concienciar sobre estas actuaciones, y sobre las sanciones que pueden derivarse. Al mismo tiempo, debe mejorar la infraestructura y la calidad de los urinarios públicos, e informar de dónde se ubican de forma estratégica ante el volumen de visitantes que se esperan en el centro de la ciudad.

Por nuestra parte, el CAF tinerfeño realizará su propia campaña en su web y redes sociales para alertar de estas situaciones a la población y para informar a los propietarios de lo que no deben consentir y pueden denunciar.



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