22 / 03 / 2013 La morosidad en las comunidades de propietarios de la provincia tinerfeña ha aumentado un 17 por ciento
La crisis económica y el desempleo agravan los impagos de las cuotas y recibos
La morosidad en las comunidades de propietarios gestionadas por los administradores de fincas de la provincia tinerfeña ha aumentado en torno al 17 por ciento en el último año. Este dato se desprende de la encuesta realizada por el Colegio de Administradores de Fincas de Santa Cruz de Tenerife entre los administradores colegiados, de la que se deduce también que la crisis económica y el desempleo han agravado el impago de las cuotas y recibos en las comunidades.
Imagen de la reunión de una comunidad de propietariosEl porcentaje de aumento de la morosidad en las comunidades de propietarios tinerfeñas es ligeramente inferior a la media de todo el país, del 19 por ciento, según el informe del Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas de España y el Observatorio de las Comunidades de Propietarios. En total, y en base a este estudio, la deuda en las comunidades de propietarios de Canarias asciende a 69 millones de euros, de los que 12 millones corresponden a los bancos y cajas. Por provincias, la cuantía es mayor en la provincia de Las Palmas, con 37 millones de euros frente a los 32 millones de la de Santa Cruz de Tenerife.
Aunque el incremento de la morosidad ha sido más evidente en el último año, los administradores constatan que el número de impagos comenzó a elevarse a partir de 2007. La mayor parte corresponden a cuotas de comunidad, seguidas de derramas y, por último, de los recibos de la luz.
Del estudio se desprende que las deudas se reparten de forma similar entre todas las zonas geográficas de la provincia, aunque sí varía el perfil del moroso según se hable de residencias y edificios de áreas no turísticas y áreas turísticas. Así, por ejemplo, hay un mayor número de no pagadores en las últimas, zonas turísticas y zonas sur de las islas, que son autónomos, empresarios con problemas en su empresa o trabajadores que se han dedicado al sector de la construcción.
Por lo general, el perfil del moroso en las comunidades de propietarios se corresponde con el de personas en paro o que han visto reducidos sus ingresos a causa de la crisis, parejas jóvenes de clase media en las que algún miembro pierde el trabajo y parejas que se separan.
En relación a la morosidad de bancos e instituciones financieras, el estudio deja constancia de que ha habido un incremento en los últimos años como consecuencia del aumento de los embargos y de las daciones de viviendas cuyos propietarios no han podido hacer frente a los préstamos hipotecarios. Los bancos asumen la titularidad de esas viviendas pero, en muchas ocasiones, no cumplen puntualmente con el pago de las cuotas de la comunidad.
La consecuencia directa del aumento de la morosidad en las comunidades de propietarios es la imposibilidad de hacer frente a los gastos que conlleva el mantener los edificios en buen estado. Fachadas desconchadas, ascensores averiados, jardines descuidados, suciedad en los espacios comunes…son algunos de los efectos negativos del impago de las cuotas y las derramas.