Jornada sobre accesibilidad universal: Solo el 22 % de los edificios de la provincia tinerfeña cumple la ley

El dato ofrecido por Pedro Palencia, miembro de la Junta de Gobierno del Colegio, se equipara con el porcentaje de incumplimento nacional. Así se puso de relieve en la jornada sobre «Accesibilidad universal en la rehabilitación de viviendas existentes», organizada por Simpromi y el CAF tinerfeño, con participación de otros profesionales del urbanismo, la arquitectura o la Administración.

Solo un 22,04 por ciento de los edificios en la provincia tinerfeña, en total 216.112 inmuebles, son accesibles para todas las personas. El dato se equipara con la cifra nacional, que también pone de manifiesto que en torno al 78 por ciento de los inmuebles no cumplen con la normativa vigente. Esto a pesar de la entrada en vigor de la Ley de Accesibilidad Universal en edificios y otros inmuebles el 4 de diciembre de 2017.

«Queda mucho todavía por hacer». Ha sido la expresión más repetida en la jornada celebrada hoy sobre «Accesibilidad universal en la rehabilitación de viviendas existentes», organizada por Sinpromi y el Colegio Territorial de Administradores de Fincas de Santa Cruz de Tenerife, con participación de otros profesionales del ámbito del urbanismo, la arquitectura o la Administración.

El dato del escaso 22 por ciento de inmuebles que cumplen la normativa sobre accesibilidad universal lo ofrecía durante su intervención el administrador de fincas y miembro de la Junta de Gobierno del CAF tinerfeño Pedro Palencia.

«¿Quién me iba a decir a mí hace unos años que la rampa que se votó a favor en mi edificio iba a ser yo el que la iba a tener que utilizar?» expresó gráficamente Pedro Palencia, quien hoy en día necesita una silla de ruedas para desplazarse.

Pedro Palencia dio otras cifras de población en nuestra provincia con edades de entre 0 y 4 años, y de entre 70 y más de 100 año, que suman un 13 por ciento de población que también tienen movilidad reducida. Así como que hay 135.800 personas censadas con discapacidad y otras 75.000 personas sin discapacidad, pero con alguna dificultad de movilidad o de otro tipo.

Con estos datos puso de relieve que son muchas más las personas susceptibles de requerir las obras y elementos que faciliten el acceso a las zonas comunes de los edificios, y en la propia vivienda, una realidad que debe tenerse en cuenta en las comunidades, en las que, los administradores de fincas colegiados tienen un papel fundamental como asesores y como conocedores de la legalidad.

Pedro Palencia destacó precisamente los cambios legislativos como un nuevo tiempo que ha dejado atrás los obstáculos para la adaptación de los edificios y las zonas comunes a la accesibilidad universal, como era la unanimidad para hacer las obras. Y concretó los artículos de la Ley de Propiedad Horizontal, «que implican a todos los propietarios», 9.1, 10 y 17, a favor de las obras de accesibilidad.

También en la inauguración de las jornadas intervino la presidenta del CAF tinerfeño, Carmen Suárez, quien reiteró el compromiso de los administradores de fincas colegiados con el objetivo de la accesibilidad universal, y subrayó el valor de las jornadas para concienciar y hacer las cosas de forma correcta.

Precisamente a la importancia de cumplir la normativa, de formarse y asesorarse para llevar a cabo las soluciones técnicas más adecuadas se refirió la responsable de accesibilidad de Sinpromi, Dulce Torres, para quien, si bien se está avanzando, «la accesibilidad universal sigue siendo una asignatura pendiente».

La especialista en accesibilidad dijo que Sinpromi realiza unos 350 asesoramientos al año en esta materia, y que se reparten al 50 por ciento las solicitudes de particulares y de las comunidades, con un auge evidente de la demanda de estas últimas desde que comparten trabajo conjunto con los administradores de fincas colegiados.

Dulce Torres expuso que seguimos vinculando accesibilidad con discapacidad, a pesar de que el 40 por ciento de la población va a pasar por circunstancias de necesidad de adaptación, y explicó la casuística de soluciones para las zonas comunes, «que son todas las de la comunidad, incluida la garantía de acceso, por ejemplo, a la piscina. Algo que a algunos vecinos le suena como un capricho», advirtió.

En este sentido, indicó los muchos elementos que hay que tener presente cuando se habla de accesibilidad universal en los edificios, no solo la entrada al inmueble, sino también pulsadores, buzones, señalización, o el interior de las viviendas cuando se van a construir las viviendas (baños y cocinas, especialmente).

Indicó que la complejidad técnica o la falta de ayudas suelen ser las razones para no acometer las obras, mientras que el soporte legal es cada vez mayor para cumplir con la obligatoriedad, por lo que reiteró el asesoramiento que ofrece la sociedad Sinpromi y las ayudas o subvenciones que se pueden solicitar, tanto estatales como del Gobierno de Canarias.



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