09 / 04 / 2021 Carmela Lavandeira: «La administración de Vertical es muy gratificante y diversificamos riesgos»
Es un buen momento para el alquiler, teniendo en cuenta factores añadidos como que el alquiler de temporada se está pasando a larga duración porque no saben cuándo van a poder volver los turistas. Mientras que hay propietarios extranjeros en las comunidades que gestionamos que no pueden venir a Canarias, y podrían estar interesados en alquilar. O porque es un propietario que necesita ingresos debido a la COVID.
Por otra parte, hay empresas que ya se han dado cuenta de esto y están invirtiendo en propiedad vertical. Y los fondos-buitre están comprando edificios y lotes de edificios para gestionar el alquiler. Donde compran necesitan quién les gestione esas inversiones. Es una oportunidad
Así comenzó el curso sobre gestión de alquileres que impartió la administradora de finas de CAF Galicia Carmela Lavandeira , en el que dejó patente su larga experiencia y su entusiasmo hacia esta actividad, que calificó de muy gratificante.
En su ponencia destacó lo agradecido que resulta este propietario, al que, básicamente, hay que dar información, cuidarlo y dar seguridad.
Carmela Lavandeira explicó que hay tres tipos de alquileres: permanente, el de temporada y el vacacional. «El primero nos da menos trabajo que la gestión de comunidades, mientras que el tercero no entra en la LAU, pero también lo podemos gestionar, aunque nos va a dar mucho más trabajo. Porque requiere además estar pendientes de la entrada y salida, limpiar en poco tiempo, etc. Y el cobro de honorarios puede ser más complejo».
«Lo más importante para el propietario es tener un buen inquilino. Y esa es tarea nuestra». En este sentido, aseguró que la mayoría de inquilinos es buena gente, y paga la renta. Aunque parezca que está creciendo el otro tipo.
Advirtió en otro momento de que, desde el Decreto de marzo 2020, solo puede afianzar hasta tres mensualidades de renta. «Y hay jurisprudencia que señala que se es solo avalista de esos tres meses de renta. Y no como hasta ahora que era hasta fin del contrato de arrendamiento».
Sobre el inquilino que no paga, aconsejó primero avisar, por carta o por teléfono. «Muchas veces ayuda facilitar que se vayan. Otras veces, es necesario acudir al desahucio, con los problemas que genera».
Contratos
Y sobre los contratos, precisó que «en los de temporada, oficinas, garajes, puedo pactar lo que quiera, pero hay que recogerlo por escrito y bien claro. Pero en una vivienda, no. Si pongo lo contrario a la ley, la cláusula será nula». Y tener en cuenta la vigencia: de cinco años para personas físicas, y siete, si son jurídicas, con subidas permitidas del IPC anual.
Aconsejó que cada uno haga su modelo de contrato, actualizando y modernizando en función de su experiencia. Pero que se ajuste a lo que es de obligado cumplimiento. «No con todos los inquilinos pactas las mismas cosas. Yo les prohíbo hasta poner banderas en fachadas, colgar sábanas…», dijo.
En cuanto al profesional que se ocupa del alquiler, explicó que hay varias opciones: «le alquilo el piso, pero no lo administro. Si le administro, cobro de media mensualidad, más el precio de la comisión (entre un 6-8 %). Y todos los meses le mando ingresos, gastos y mi comisión descontada».
Carmela Lavandeira animó a los compañeros a gestionar vertical, «porque esta actividad es más gratificante que la administración de comunidades. Un cliente de vertical te respeta, te escucha, te entiende y se deja aconsejar. Confía en ti. Muchos son clientes míos desde hace décadas. Que te traen otros clientes o se vienen a asesorar cuando van a comprar otro inmueble».
Y por otro motivo: «porque no somos solo administradores de fincas, somos empresarios y como tales debemos diversificar nuestros riesgos», concluyó.